Por Macarena Letelier V. Directora ejecutiva CAM Santiago y Josefa Monge Presidenta Sistema B Chile
En estos tiempos desafiantes, la oportunidad de emprender acciones positivas es única. Cuando pensamos en ser agentes de cambio ‘positivo’, en un escenario de reactivación económica, nos preguntamos a qué formas de vida, a qué tipo de sociedades y de empresas valdría la pena volver, y qué requerimos para eso. La dolorosa situación actual nos obliga a buscar soluciones que cuiden a las personas y el entorno, profundizando la conversación, la conexión, la empatía e hilvanando y tejiendo relaciones de largo plazo con proveedores y comunidades, en las que todos ganen.
Así, el Centro de Arbitraje y Mediación, CAM Santiago, impulsa mecanismos de resolución de conflictos, con foco en el diálogo y en el cuidado de la relación entre las partes. Por su parte, Sistema B promueve las empresas que utilizan la fuerza del mercado para dar solución a los principales retos sociales y ambientales. Así se forman sinergias positivas en apuestas que nacen en grupos distintos, pero con un fin común. En este escenario, el CAM Santiago y Sistema B han firmado una alianza colaborativa para difundir el diálogo y la solución pacífica de conflictos civiles y comerciales que pueden enfrentar las personas, emprendedores y/o empresarios, producto de la difícil situación económica que ha originado la pandemia.
Sabemos que para reactivar la economía se requiere ir cerrando temas comerciales y lograr certezas en relación con contratos vigentes incumplidos, deudas y compromisos pendientes, para luego movilizar bienes y activos y ser sujetos de crédito, entre otros. Eso, y mucho más, es lo que nos convoca, para lograr que los actos que realizamos en la vida diaria, incluyendo nuestra vida comercial y nuestros conflictos legales, impacten de manera positiva a la sociedad.
Las experiencias complejas abren espacios de encuentro cruzados por un afán de aportar e incentivar culturas acordes a los tiempos que corren. Nos hacen tomar conciencia sobre la responsabilidad que tienen las empresas en su más amplia definición y respecto a la manera en cómo se relacionan con proveedores, consumidores y las personas y comunidades en general. Nuestra invitación es a ser factores de cambio, a dejarnos sorprender con iniciativas colaborativas. En este caso, la alianza entre el CAM Santiago y Sistema B se transforma en un doble impacto.