Pasantes del CAM Santiago: La generación que viene y la resolución pacífica de conflictos
En una charla de 2018, Gary B. Born otorgó su opinión sobre algunos pasos esenciales para iniciar una carrera en arbitraje internacional: el dominio de varios idiomas; la participación en moots courts (competencias de arbitrajes simulados); la prosecución de estudios especializados; el trabajo en estudios de abogados; la publicación de artículos e intervención en conferencias; y, en lo que atañe a este reportaje: la realización de pasantías en instituciones arbitrales. Para el reconocido árbitro internacional, este tipo de programas tienen la ventaja de permitir que los pasantes experimenten el procedimiento arbitral en su integridad y desde una perspectiva diferenciada.
Coincidiendo con la creación de la Oficina de Estudios en 2016 y como forma de contribuir al acercamiento práctico de las futuras generaciones con los métodos adecuados de resolución pacífica de conflictos en Chile, el CAM Santiago cuenta con un programa de pasantías en que han participado 40 estudiantes y egresados (as) de Derecho provenientes de universidades nacionales y extranjeras.
En los últimos años el CAM Santiago ha celebrado convenios de cooperación con 5 Universidades nacionales (U. Adolfo Ibáñez, U. Católica, U. Central, U. Católica de Valparaíso y U. de Chile) y ha otorgado pasantías como premios a los ganadores del Pre-Moot CAM Santiago, del CAM Santiago Vis Pre-Moot y de la Competencia Internacional de Arbitraje.
Para conocer la experiencia de las pasantías entre finales de 2018 y comienzos de 2021, conversamos con los últimos 20 pasantes del CAM Santiago: Aníbal Osorio (PUC), Tomás Correa (UDP), Andrés Mazuera (LL.M, U. de Heidelberg / UCH), Fabian Ortíz (PUC), Juan Pablo Cortés R. (PUC), Jorge Gatica (UV), María Elisa Fernández (PUC), Valentina Aedo (UAI), David Olivares (PUC), Salvador Smith (PUC), Vicente Antúnez (PUCV), Montserrat Castro (UCH), Catalina Padilla (PUC), María Begoña Albornoz (PUC), Beatriz Cuadra (PUCV), Camila Vergara (PUCV), Fabiola Valenzuela (UAI), Yibza Castillo (UNAL), María Fernanda Verdugo (UCH) y Javiera Cisterna (UAI).
Durante sus pasantías, los estudiantes tuvieron la oportunidad de colaborar en investigaciones dirigidas por la Oficina de Estudios y Relaciones Internacionales, contribuir en el quehacer diario de la administración de servicios de las Unidades de Arbitraje y de Mediación, y asistir como observadores a audiencias domésticas e internacionales, previa firma de un acuerdo de confidencialidad. Dentro de estas áreas, los ex pasantes han apoyado en la organización y difusión de cursos y seminarios, han participado como estudiantes de éstos y han contribuido con la comparación y traducción de materiales de trabajo del CAM Santiago.
Entre 2018 y 2019, los pasantes tuvieron la posibilidad de ser parte de la investigación inicial que llevó a la publicación del libro «El Arbitraje en la Jurisprudencia de las Cortes Superiores de Justicia de Chile: Período 2002–2020», editado por Laura Aguilera Villalobos, Claudio F. Osses Garrido y Macarena Letelier Velasco. En la publicación los pasantes elaboraron los primeros borradores de algunas de las fichas del libro y las estudiantes María Begoña Albornoz, Catalina Padilla y Montserrat Castro se encargaron de la confección de los índices y de asistir en las primeras lecturas de prueba.
Yibza Castillo (estudiante de la Universidad Nacional de Colombia) recuerda que durante su pasantía pudo asistir a audiencias remotas, elaborar fichas de jurisprudencia en inglés y en español (identificando el problema jurídico, los argumentos de las partes y las consideraciones de los tribunales), comparar los procedimientos de arbitraje y mediación bajo las Reglas del CAM Santiago y entrevistar a Sabina Sacco para conocer de primera fuente la experiencia de una destacada árbitra chilena que ha triunfado en el extranjero.
¿Qué es lo que más les gustó de la pasantía?
Consultados por los aspectos favoritos de su estadía en el CAM Santiago, tanto quienes compartieron con el equipo de manera presencial como a distancia, destacan la posibilidad de ingresar a audiencias, la participación en investigaciones y la integración con el equipo de trabajo.
Valentina Aedo: “Lo que más me gustó de la pasantía fue que pude explorar, aprender y profundizar mis conocimientos en el mundo del arbitraje y mediación en conjunto de un grupo humano que me guió, orientó y apoyó en cada duda que me surgía. Además tuve la oportunidad de asistir a audiencias, ver casos y compartir con abogados que tienen una vasta experiencia en esta área del Derecho que es muy relevante”.
Fabiola Valenzuela: “Lo que más me gustó fue el equipo con el que me tocó trabajar. La confianza que me dieron como pasante fue enorme y esa relación que se generó entre todos aumentó el interés por hacer las cosas bien, por esforzarme y por dar lo mejor de mí, así como todos hacen en el CAM Santiago, sin embargo, la calidad humana de sus integrantes es a otro nivel. Nunca me sentí excluida sino que todo lo contrario. Fue sin lugar a dudas una mezcla entre aprender mucho y pasarlo bien, tanto así que el mes en que hice mi pasantía pasó muy rápido, no me di cuenta cómo pasó el tiempo”.
Vicente Antúnez: “La posibilidad de introducirme en el mundo del arbitraje institucional, hasta entonces desconocido para mí. Pude acercarme a la parte teórica y práctica, y también tuve la oportunidad de revisar laudos arbitrales sobre temas de mi interés, lo que sin duda contribuyó a profundizar mis conocimientos en diversas materias”.
Yibza Castillo: “Todas las tareas que realicé me enseñaron bastante sobre la práctica del arbitraje, tema que siempre me ha apasionado. Entre lo que más disfruté fue asistir a las audiencias, en la medida en que ello me enseñó cómo es un procedimiento de arbitraje en la vida real, cuáles son sus etapas, quienes interactúan en el mismo, cómo lo hacen, cuál es la labor del árbitro, cómo se interrogan a los testigos, cómo se defienden argumentos oralmente y, en general, cómo es el ambiente de este tipo de procedimientos. Ello me gustó demasiado toda vez que mi único acercamiento al arbitraje habían sido, hasta el momento, los moots. En este sentido, esta experiencia me enseñó cómo es este medio en la vida real, lo cual agradezco mucho. Por supuesto, me gustó el ambiente en el que trabajamos. Siempre me sentí en un ambiente muy cómodo para aprender y aportar ideas. Esto es algo que es difícil de encontrar, sobre todo cuando uno se desempeña como pasante, por lo que lo agradezco mucho también”.
María Fernanda Verdugo: “Se me es difícil reducirlo a una cosa. En particular creo que como estudiante me encantó lo que aprendí y la forma en que pude aplicar los conocimientos que adquirí en las competencias de arbitraje. La voluntad de todo el equipo de la Unidad fue incentivar mi aprendizaje y fortalecer todo lo que ya sabía, por lo que fue muy útil para mi crecimiento académico. Sin embargo, lo que más destaco, ya que es difícil de encontrar, es la calidad humana de las personas que componen la Unidad. Desde mi primer día me sentí muy acogida, lo sentí como un espacio seguro para errar y mejorar”.
Camila Vergara: “Sin duda que, a pesar del contexto en que nos encontramos y que haya tenido que realizar mi pasantía de manera virtual, tuve la posibilidad de realizar las mismas tareas que se me hubieran asignado de haber sido presencial. En ese sentido, destaco que debido a que el CAM se ha adaptado a la interconexión por la que se caracteriza este siglo pude, sin problema alguno, hacer ingreso a audiencias realizadas a través de videoconferencias, lo que, sin duda, me acercó directamente a lo que consiste en la práctica el arbitraje como un mecanismo adecuado de resolución de conflictos pues pude presenciar su funcionamiento y, en particular, cómo profesionales que ya son abogados se desempeñan en esta área del Derecho. Y por otro lado, me gustaría destacar el hecho de que realizar esta pasantía me mostró la existencia de una gran cantidad de actividades relativas al arbitraje y mediación que se realizan día a día, de las que no tenía idea, y en las que puedo participar fácilmente siendo estudiante o profesional”.
María Begoña Albornoz: “Lo que más me gustó fue asistir al curso sobre arbitraje nacional e internacional en tiempos de crisis, organizado por la Oficina de Estudios y Relaciones Internacionales, junto con poder asistir a las audiencias remotas”.
¿Qué habilidades y/o fortalezas adquirió o desarrolló durante su pasantía?
Javiera Cisterna: “Una de las habilidades más relevantes que adquirí durante estos dos meses fue identificar los elementos más importantes para recopilar información de una causa arbitral. Esto a partir de la recopilación de información para el Reporte Anual de la Oficina de Estudios y Relaciones Internacionales, donde mi trabajo consistía en ingresar a los documentos y resoluciones de las causas de arbitraje llevadas a cabo en el año 2019 e identificar ciertos elementos tales como la cuantía, el tipo de cláusula arbitral, los remedios buscados por la parte demandante, la ley aplicable, etc. Por otro lado, una de las fortalezas que más rescato de la experiencia de ser pasante en el CAM es poder trabajar con un equipo de abogados que me entregaron muchos conocimientos y objetivos por cumplir mediante el trabajo colaborativo, lo cual valoro mucho porque considero que aprender a trabajar en equipo es esencial para el futuro laboral y para que las cosas funcionen de la mejor manera”.
Andrés Mazuera: “La pasantía me entregó un entendimiento de primera mano sobre el trabajo que realizan los centros de arbitraje en la administración de los procedimientos. Además fue una oportunidad invaluable para conocer del Derecho chileno y la práctica arbitral en Chile”.
La resolución pacífica de conflictos y el acceso a la justicia.
Yibza Castillo: “Considero que los MARC son absolutamente relevantes en el acceso a la justicia en la actualidad por varias razones. Desde mi experiencia en el sistema judicial ordinario colombiano, es evidente que el aparato judicial estatal está colmado de numerosos procesos, procedimientos, trámites y normas, lo cual genera que el acceso material a la justicia resulte más lento y tedioso. Frente a esta situación, los MARC toman un papel muy importante, en la medida en que son mecanismos que facilitan el acceso a la justicia por parte de los ciudadanos. Los MARC tienen numerosas ventajas sobre la justicia ordinaria como la celeridad, la autonomía de la voluntad, la idoneidad, la experticia y la flexibilidad procesal. Ello no solo ayuda a descongestionar la rama judicial, sino que facilita que muchas más personas puedan resolver sus controversias de forma más rápida y definitiva. Mecanismos como el arbitraje proveen facilidades procesales para las partes y decisiones más rápidas y vinculantes, mientras que mecanismos como la mediación o la conciliación propician un escenario pacífico y cómodo para que las partes puedan resolver sus conflictos sin necesidad de gastar tanto dinero y tiempo”.
Jorge Gatica: “Los Mecanismos Adecuados de Resolución Pacífica de Conflictos (MARC) tienen una destacada importancia en el acceso a la justicia. Considerando que este derecho fundamental de los justiciables no se agota en su mera dimensión formal, no cabe duda de que el habitual aletargamiento de la justicia estatal puede entrañar su conculcación. Los distintos MARC pueden contribuir a morigerar este problema, proporcionando celeridad y eficacia allí donde se le requiere. Asimismo, la propagación del estudio de los MARC puede implicar una gradual enmienda de la idea conforme a la cual el litigio se presenta como la única alternativa posible frente a un conflicto. Esto no es baladí en lo que refiere al Derecho en palabra, pues, amén de una apropiada focalización de los recursos del sistema de justicia y sus consecuencias concomitantes, los MARC, precisamente por poder adaptarse de mejor manera a las características singulares de una disputa de relevancia jurídica, podrían proveer una tutela más adecuada a las demandas de las personas”.
Salvador Smith: “Los MARC son fundamentales para la convivencia en un Estado de Derecho. Además ser garantía de rapidez, calidad y eficiencia a la hora de solucionar conflictos”.
David Olivares: “A pesar de los costos económicos que puede significar acceder a algún MARC, estos mecanismos tienen la virtud de la agilidad y el detenimiento necesario para una solución justa y más cerca de las pretensiones de las partes”.
Tomás Correa: “En primer lugar, es una excelente experiencia para tener un acercamiento directo al mundo del arbitraje. Se aprende mucho sobre su ejecución práctica al observar audiencias que toman lugar en sus diferentes etapas procesales. En segundo lugar, es una muy buena experiencia para aprender a aplicar habilidades de investigación, manejo de información y análisis crítico, desde una perspectiva jurídica. Y en tercer lugar, sirve como una experiencia para ampliar la perspectiva sobre el abanico de posibilidades y direcciones laborales que puede tener la carrera de Derecho, más allá de la abogacía, la judicatura o la academia”.
Montserrat Castro: “En general, en las escuelas de Derecho no hay muchas instancias para el aprendizaje práctico, primando el estudio de forma teórica. En este sentido, la pasantía es una gran oportunidad para acercarse al ejercicio profesional en el arbitraje y la mediación, que la mayoría de las veces no se tratan con mayor profundidad en pregrado”.
Fabián Ortiz: “Siempre es importante destacar el trabajo en equipo que se dan dentro de CAM. Saber colaborar con otras personas para avanzar en las distintas tareas resulta ser un aspecto esencial para el desempeño profesional. Por lo demás, la pasantía permite comprender como es la dinámica de una audiencia arbitral y de mediación. Esto último, al ser un área incipiente en el Derecho, es poco profundizada en clases”.
Aníbal Osorio: “Me abrió perspectivas nuevas respecto al ejercicio profesional, principalmente sobre la importancia de la litigación oral”.
Aprendiendo a través de audiencias presenciales y virtuales.
María Elisa Fernández: “Las audiencias presenciales eran lo mejor de la pasantía, en especial las audiencias relacionadas con alegatos de clausura de las partes, ya que permite observar en vivo y directo el conflicto, percibir con inmediatez el conflicto civil”.
Yibza Castillo: “Las audiencias virtuales a las cuales asistí siempre se llevaron de la mejor manera. Si bien no son lo mismo que las audiencias presenciales, en la virtualidad se garantizan correctamente los derechos procesales de las partes y es posible administrar procedimientos arbitrales de la misma forma que antes. Las partes siempre llegaron a tiempo, así como el árbitro; los abogados del CAM Santiago siempre estuvieron muy atentos de la redacción de relatorías o actas, así como del ingreso y la presentación de los participantes en la reunión; la plataforma de Teams o Zoom siempre funcionó correctamente, las audiencias eran céleres y precisas; cuando era necesario se creaban salas privadas para poder hablar con las partes por separado, lo cual facilitaba la comunicación y la llegada a acuerdos por partes de las mismas y casi nunca hubo problemas de conexión que interrumpieran las audiencias”.
Catalina Padilla: “Las audiencias virtuales, son un mecanismo que suple casi en su totalidad a las audiencias presenciales. En las audiencias del CAM Santiago, se mantenía la misma solemnidad y respeto, y existía la misma intención de llegar a un acuerdo o resolución pacífica entre las partes”.
Juan Pablo Cortés: “Es muy interesante poder ver a abogados alegando y así aprender in situ las materias vistas en clases y las distintas técnicas para transmitir los argumentos. Recomendaría la pasantía porque uno puede ver a abogados reales en distintos tipos de audiencia y por las experiencias adquiridas durante la jornada laboral”.
Beatriz Bravo: “Las audiencias virtuales en el CAM Santiago funcionan muy bien e incluso ahorran tiempo a todas las partes”.
“Totalmente recomendaría realizar una pasantía en el CAM Santiago porque me parece un lugar magnífico para aprender de arbitraje en general. Hay una gran variedad de actividades para realizar, en las cuales uno aprende sobre diversos temas y adquiere numerosas habilidades académicas y profesionales. La comunicación con el equipo es muy buena, lo cual permite que el/la pasante haga preguntas, aprenda, aporte ideas, se sienta escuchado y aprenda día a día. Me hubiera encantado hacer mi pasantía presencial y conocer a todo el equipo; no obstante, recomiendo totalmente mi experiencia en la virtualidad. El CAM Santiago es un lugar cómodo y retador para aprender y las relaciones interpersonales con el equipo son algo invaluable. Aprendí bastante con las actividades y me terminé de apasionar por el arbitraje para hacer de este oficio mi profesión”, finaliza Yibza Castillo.
Junto a quienes participaron de esta conversación, anteriormente fueron pasantes del CAM Santiago: Tomás Cerda Chang (UAI, 2021), Erico Kompatzki Lobos (UAI, 2019), María Belén Silva Vilches (UAI, 2019), Pablo Olivieri (PUC, 2018), Claudio F. Osses Garrido (UCH, 2018), Javier Sierralta Modrow (UCH, 2018), Flavia Contreras Ramírez (UAI, 2018), Belén Cabrera Hausdorf (UAI, 2018), Julio Zúñiga Carrasco (UCEN, 2018), Paula Albornoz Yáñez (UCEN, 2018), Ana Cristina Ramajo Gallardo (UFT, 2018), Sebastián Díaz-Muñoz Páez (UAI, 2017), María Cristina Barrientos (UAI, 2017), Diego Pérez Castillo (UNAL, 2017), Juan Ignacio Lecanda (UAndes, 2017), Fernando A. Olavarría J. (UAI, 2014), Fabiola Sponza Príncipe (UPC/HCLA, 2014) y Filipe Antunes Madeira Da Silva (Sciences Po, 2013). Actualmente son pasantes del CAM Santiago los estudiantes Sebastián Villalobos, Victoria Vormittag, Antonino Tromo y Antonia Sanders.